El lugar de trabajo ha cambiado radicalmente en los últimos años. Pasamos más de un tercio de nuestras vidas en oficinas, y sin embargo, muchas veces estos espacios son diseñados ignorando cómo afectan nuestro rendimiento, motivación o incluso salud mental. Aquí es donde la neuroarquitectura aporta una visión transformadora.
El entorno laboral y el cerebro
Está demostrado que el entorno físico influye en la liberación de hormonas relacionadas con el estrés, la concentración y la creatividad. La iluminación, el ruido, la distribución del espacio e incluso la calidad del aire pueden marcar la diferencia entre un equipo productivo y otro agotado.
Algunos ejemplos concretos:
Luz natural vs. artificial: Trabajar cerca de ventanas mejora el rendimiento cognitivo y el estado de ánimo.
Espacios abiertos pero controlados: Fomentan la colaboración, pero necesitan zonas de privacidad para tareas de alta concentración.
Colores y texturas: Tonos neutros combinados con acentos de color activan áreas del cerebro relacionadas con la atención.
Acústica cuidada: Reducir ruidos innecesarios disminuye el estrés y mejora la retención de información.
El diseño como aliado de la productividad
Una oficina diseñada desde la neuroarquitectura se convierte en una herramienta estratégica. No se trata solo de “verse bien”, sino de funcionar bien para las personas.
Se reduce el ausentismo por fatiga o ansiedad.
Aumenta la creatividad y la solución de problemas.
Mejora la cohesión del equipo al favorecer espacios de interacción bien definidos.
Teletrabajo y neuroarquitectura
Incluso en un modelo híbrido o remoto, estos principios son aplicables:
Un escritorio cerca de una ventana.
Un fondo ordenado y libre de estímulos caóticos.
Plantas o elementos naturales dentro del campo visual.
Estos pequeños cambios pueden tener un gran impacto en el bienestar y la productividad.
Hacia oficinas más humanas
En Naharay Arquitectos creemos que el diseño de oficinas no debe responder solo a una función operativa, sino también a una misión: cuidar a las personas que las habitan. Diseñamos espacios laborales con conciencia, porque sabemos que un entorno saludable es clave para el éxito de cualquier organización.
En el siguiente artículo, exploraremos cómo estos mismos principios impactan profundamente el aprendizaje en ambientes educativos, desde escuelas hasta universidades.
